Es un árbol muy modesto, quizás debería estar en una maceta de cultivo para conseguir ramificación en sitios donde no la tiene. El color rosa de la maceta tampoco va muy en concordancia con los colores de la flor y de la hoja del prunus, debería ser un color algo más opuesto para resaltar los colores del árbol.
Pero como el fin de este árbol no es otro que intentar acercar el bonsai a mi pequeña Ángela el año pasado le pusimos una maceta del color preferido de todas las chicas del mundo mundial y cada principio de primavera nos obsequia con esta preciosa floración.
Yo creo que merece la pena, y al fin al cabo también es bonsai.....
Por supuesto que merece la pena. Es posible que ninguno de tus bonsais te dé tantas alegrías como éste que cultivas para tu pequeña. Disfrútalo.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues si que es una alegría motivar a los pequeños a que se animen con las plantas.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Ishi.
Un abrazo
Solo por el objetivo que tiene este arbolito, ya merece la pena: Que nuestros hijos continúen con nuestra afición/colección, es un deseo que compartimos muchos.
ResponderEliminarUn abrazo
Así es Daniel, es un deseo que compartimos todos y que muy pocos consiguen jejeje, creo que te tiene que picar la mosca bonsai para llegar a ser verdadero amante de este arte. Pero bueno, habrá que ir sembrando para ver si en el futuro se recoge algo.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu comentario.